Cascos, ¿Cómo elegir? ¿Qué diferencias hay? ¿Recomendaciones? ¿Homologaciones?
Como todos sabemos, uno de los elementos más importantes pero también uno de los más olvidados en montaña es el casco.
El casco es por definición un objeto de material muy resistente que normalmente tiene forma semiesférica, que se ajusta a la cabeza para protegerla de posibles heridas o golpes. Pero hay mucho tipos de casco, entonces, ¿Cuál es el idóneo para la actividad que voy a realizar? No puedo por ejemplo, llevar un casco de bici o de moto a escalar o a hacer esquí de montaña pero, ¿por qué?
Cada deporte se rige por una normativa distinta para adecuar cada casco a la actividad que se vaya a realizar con él. Por ejemplo, tenemos las siguientes normativas:
- EN 12492 Normativa de Escalada y Alpinismo.
- EN 1077 tipo B Normativa de Esquí.
- EN 1385 Normativa de Kayak y Aguas Vivas.
Hay muchas más normativas de cascos, pero nos centraremos en estas 3 ya que son los 3 tipos de cascos utilizados en deportes de montaña. En cambio, no hay una normativa específica de cascos de barranquismo o espeleología, así que para la realización de estas actividades, se tienden a elegir los de escalada y alpinismo o los de kayak y aguas vivas (estos últimos sólo en barrancos).
También existen cascos homologados por 2 normativas a la vez (por ejemplo: escalada y esquí), lo que los hace polivalentes, aunque entran dudas cuando pensamos en la idoneidad de este tipo de casco para realizar ambas actividades de forma habitual.
Ha sido muy habitual durante años utilizar cascos con normativas de escalada para hacer esquí, pero recomendamos que al menos el casco que se utilice tenga doble homologación ya que la normativa de escalada no es tan exigente como la de esquí en caso de impactos en laterales y parte posterior de la cabeza.
Aunque las ventajas son numerosas e importantes, tenemos que contar con los inconvenientes que implica usar para escalada y para esquí un casco de doble homologación:
- No son tan duraderos como un casco de esquí alpino.
- Son algo más pesados y dan algo más de calor que un casco tradicional de escalada.
En montaña, podríamos hacer una gran diferenciación en 3 tipos de cascos:
- Los primeros, los casco de carcasa rígida, que son robustos. Generalmente hecho de plástico ABS. Algunos llevan almohadilla interior de poliestireno (a estos se les llama de construcción híbrida), además de la estructura textil de ajuste a la cabeza. De este estilo el modelo más conocido en montaña es el ROCK STAR de CAMP, el clásico casco, también llamado »de guerra» por su parecido estético con los cascos militares.
- Cascos ligeros y ultraligeros de espuma expandida moldeada (polipropileno, poliestireno –también denominado EPS–…). Estos tienen una finísima lámina exterior de protección del elemento de absorción que generalmente está hecha en policarbonato. Un ejemplo de este tipo sería el BOREO de Petzl.
- Cascos ultraligeros de espuma (polipropileno, EPS…), en diseño monobloque. Normalmente sin ningún tipo de componente externo adicional, aunque algunos de los nuevos modelos llevan una lámina en la parte central de la cabeza para mayor protección. Algunos de estos cascos son el SIROCCO de Petzl o el SALATHE de Edelrid.
Además, a la hora de elegir un casco, tendremos que tener en cuenta también la talla y la forma. Hoy en día, se hacen cascos específicos para niños (ej: SHIELD KID de Edelrid) o para llevar con coleta (ej: BOREA de Petzl). Aunque parezca una tontería, que la coleta esté bien situada, hará que el casco realice mejor su función de protección si recibe un golpe.
Tipos de regulación en cascos:
- De cintas: Suelen ser más ligeros.
- De rosca: Es un sistema más pesado pero suele ajustar mejor.
- Otros: hay otros sistemas de ajustes, como el sistema de petzl que ajusta muy bien, parecido al sistema de rosca o también los sistema de ajuste tipo brida como en los cascos rock star de Camp.
¿Cómo cuidar tu casco?
Como con todo el material de montaña, para que este no pierda sus cualidades y no dudemos de su resistencia, debemos cuidarlo. Estas son algunas recomendaciones:
- Respeto de las instrucciones de mantenimiento del suministrador.
- Almacenamiento correcto: deberán ubicarse en lugares no sometidos a radiaciones ultravioleta o solares, ni a altas o bajas temperaturas.
- Realizar controles periódicos.
¿En qué casos habría que dejar de usar el casco y comprarse uno nuevo?
- Si nuestro casco ha caducado.
- Observamos grietas o agujeros en el casco.
- Abolladuras sensibles en la parte superior que disminuyan peligrosamente la luz libre.
- Deformaciones permanentes que impidan una correcta adaptación del casco sobre la cabeza.
- Aumento considerable del peso debido a las condiciones de uso.
- Los cascos de protección expuestos a radiaciones ultravioleta, solares, etc., serán desechados, cuando aparezcan marcas circulares alrededor del punto de inyección de la
cima del casquete. Las citadas marcas denotan cristalización y fragilidad del material, disminuyendo notablemente la resistencia de los cascos a los choques.
Siempre que no se observen alteraciones señaladas como pautas de desecho, puede estimarse que los cascos de protección utilizados en condiciones normales mantienen su función protectora durante tres años como mínimo.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un casco?
La elección de talla es fundamental para el que el casco nos ajuste y proteja bien. Todos los cascos tienen un rango perimetral en centímetros, si nos encontramos en el límite, lo mejor será escoger otra talla u otro modelo que se nos adapte mejor.
La mejor forma de comprobar si el casco se nos ajusta bien es ajustando el sistema de cierre, sin cerrar el clip de la barbilla, poner la cabeza boca abajo y si el casco no se cae, quiere decir que el modelo y talla es idóneo para la forma de nuestra cabeza.
Aunque sabemos que la estética es algo que nos suele llamar bastante en un casco, hay que tener en cuenta que el diseño o el color no son, por supuesto, lo único importante.
Ajustar correctamente, y situar cuidadosamente sobre la cabeza, son detalles básicos. Es frecuente ver nucas desprotegidas, o frentes completamente expuestas a
golpes y caídas de piedras o hielo, porque el casco está flojo o fuera de su lugar.
Por último, sugerir que el casco esté bien ventilado (sobre todo para escalada o barranquismo). Observando también que las perforaciones no sean tan grandes que un objeto penetre e impacte directamente en la cabeza, o que tenga tantas que el flujo de aire sea tan intenso como para enfriar al usuario (si vamos a hacer deportes invernales).
Recomendación: Cascos TOP ventas.
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